Odion Jude Ighalo.
Sin duda este hombre se ha ganado el cariño de todos los granadinistas, y no
precisamente por su calidad o su entrega, sino por sus goles en momentos
decisivos. Ayer lo volvió a hacer; cuando
todo parecía perdido, cuando todo indicaba que nos la jugaríamos estas dos últimas
jornadas ante equipos directos y más motivados que nosotros, aparece el
nigeriano (en ligero fuera de juego) para dar un valioso punto al conjunto
rojiblanco que nos sitúa a 3 puntos del descenso.
Lucas sacó a su once de gala (con Riki por el sancionado Brahimi) y no reservó nada para el
partido de Almería, clara intención de que no da ningún partido por perdido, ni
siquiera visitando a la Real. Por su parte, Arrasate también salió con todo,
ya que en juego estaba arrebatarle la 5º plaza al Sevilla.
Los primeros minutos fueron un asedio por parte de los
donostiarras. Con Vela y Griezmann con mucha libertad, siempre conseguían
arrastrar varios jugadores defensores del Granada partiendo desde la banda y yendo
al centro, dejando esa banda para que los dos laterales de la Real tuvieran vía
libre. Encima, ni Riki ni Piti tienen el físico para ayudar en
defensa y seguir a sus marcas, y por consiguientes, Nyom y Angulo siempre tenían
que lidiar con esta inferioridad numérica (cuando le hacían dos contra uno) y táctica
(si seguían a Vela y Griezmann, llegaban tarde a cubrir a los laterales).
Si a esto le añadimos un sensacional primer cuarto de hora
de Canales, que jugaba como 3º
centrocampista más que como media punta, ayudando siempre en la salida con el balón
jugado en vez del pelotazo en largo, y que además servía como apoyo en banda,
el Granada fue un fantasma sobre el campo.
Pero la Real no consiguió materializar esa superioridad
tan aplastante y poco a poco sus 3 jugones se fueron desinflando, lo que generó
que el Granada pudiera coger aire y respirar. Se equilibraba el partido, y
gracias también a dos jugadores rojiblancos, Recio y Fran Rico.
Ambos mediocentros supieron hacer correr el balón y desgastar a la Real, que
cada vez le costaba más recuperar. Surtían a los delanteros de buenas pelotas, e incluso
llegaban al remate, véase Recio, que
tuvo varias ocasiones en sus botas.
En la segunda parte se hizo efectiva la superioridad del
Granada, que durante los 10 primeros minutos tuvo varias buenas ocasiones y
manejo el tiempo del partido. Pero una vez más, un jugador del Granada perdió
los papeles. Recio fue
expulsado y eso pudo haber decantado la balanza como ya pasara ante el Rayo, si
no hubiese sido porque solo dos minutos más tarde de la visita de Recio a los
vestuarios, Mikel González
realizó una salvaje entrada sobre Iturra
que le hizo que se fuera también a la ducha antes de tiempo.
Fue interesante ver entonces como manejaron ambos
entrenadores el jugar con 10. Lucas
decidió retrasar más a Piti pasando
a jugar con un 4-3-2 (sigue sin confiar en Fatau),
mientras que su colega de la Real optó por retrasar a Bergara como central, a Canales
como mediocentro puro junto a Rubén
Pardo, y a Vela y Griezmann con menos libertad y más
pegados a sus medios. De esta manera, el centro del campo de la Real era ahora
formado por 4 hombres, mientras que el Granada solo tenía 3, y uno Piti, que no
destaca por su juego defensivo. La Real volvió a dominar el partido.
Era solo cuestión de tiempo que el conjunto de Arrasate marcara algún tanto, y así lo
hizo, obra de Vela. Dos
contra uno a Nyom en banda, el
lateral de la Real llega a línea de fondo sin oposición, centra a placer y gol.
Entonces dio entrada a Elustondo por
un gris Rubén Pardo para
resguardarse más en el centro del campo y en los balones aéreos.
Alcaraz fue a la
desesperada y retiró a Riki e Iturra por Buenanotte e Ighalo,
que le pusieron más coraje que futbol, pero que, como vimos, a veces con eso
basta. También entro Foulquier
por Nyom, pero esto ya se
sobreentiende, ya que esta temporada no hay un solo partido que por unas cosas
o por otras el camerunés acabe un encuentro. Pinta lejos su futuro de Granada.